Cuando se habla de una enfermedad, usualmente escuchamos el discurso del sistema de salud, de otras instituciones o de los mismos médicos, pero nunca se le da voz al paciente, a pesar de ser el único de todos estos personajes que vive la dolencia en primera persona. Por ello, me causa gran alegría y orgullo participar en esta publicación, pues busca dar voz y validez a quienes padecemos lupus, una enfermedad de la cual desafortunadamente aún desconocemos mucho.
Estoy segura de que será un espacio para el diálogo, crecimiento y acompañamiento de todas las personas que de una u otra forma hemos sido tocadas por la enfermedad.